En su doble página de los jueves en el Diario LAS PROVINCIAS nuestro director, Octavio Hernández Bolín, habla de la situación de las decenas jóvenes profesionales que han de salir al extranjero para encontrar una salida profesional digna. Como siempre nos gustará conocer vuestra opinión.
‘Con la música a otra parte’
Noticia publicada en LAS PROVINCIAS.ES
Página completa publicada hoy en la edición en papel
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Decenas de nuestros mejores profesionales parten al extranjero en busca de una oportunidad
De todos es sabido que la actual crisis económica ha obligado a muchos de nuestros jóvenes más preparados a salir al extranjero a buscar una oportunidad profesional. En la música la situación es incluso más grave. Como nos comentaba Jesús Orón director de la escuela de música de la Sociedad Musical ‘La Primitiva’ de Rafelbunyol “Es tal la cantidad de excelentes músicos profesionales que generamos que no hay cabida para muchos ellos en nuestro mercado laboral pese a la gran cantidad de centros que existen”. Estos centros se reparten en escuelas de educandos o escuelas de música de nuestras sociedades musicales amateurs, centros de música autorizados, conservatorios municipales o de la Generalitat, y tres conservatorios superiores, uno por provincia.
En la escuela de ‘La Primitiva’ de Rafelbunyol intentan dar una salida laboral a algunos de sus músicos que terminan los estudios superiores. En la actualidad son 35 los profesores dados de alta en esta gran escuela de música.
Toda la oferta pública de empleo ha estado parada por la difícil situación económica actual, tanto las oposiciones o bolsas de docentes, como también las plazas y bolsas de intérpretes para bandas y orquestas. Esa situación ha forzado a muchos de nuestros jóvenes músicos a marcharse al extranjero donde están encontrando unas oportunidades impensables, hoy por hoy, en nuestro país. Muchas veces estos trabajos llegan después de ampliar estudios superiores en el extranjero como es el caso de José Luis Cortell, un joven trompista de apenas 25 años formado en la Unión Musical de Catarroja. Con 22 años accedió a estudiar en la Escuela Superior de las Artes en Frankfurt. En 2013, obtuvo la plaza de Trompa Solista en el Teatro de Giessen (Alemania); y la semana pasada ganó la plaza de trompa solista en la Ópera Nacional de Finlandia. Con sólo 25 años es su tercera plaza fija ganada por oposición en diferentes orquestas. Cortell destacaba que “Son varios los músicos de mi misma quinta, y también formados en la Unión Musical de Catarroja, que están repartidos Europa: Mireia Ricart cursa un master de oboe en Londres; Germán Moreno López estudió trompeta en Paris, y en la actualidad cursa en Munich estudios de dirección de orquesta; y Ximo Sanchís ha estado trabajando en una orquesta en Zurich, y ahora va comenzar un periodo de prueba como fagotista en la Ópera de Barcelona”.
Parecido es el caso de Amaya Tortajada y Luis Auñón: ella es flautista y se formó en el CIM Armónica de Buñol y Luis músico oboísta de la Unión Musical de Godelleta. Amaya fue la primera en llegar a Lisboa. Antes había realizado pruebas en Madrid, Londres, Ginebra, y Berlín buscando esa plaza donde poder realizar su sueño de formar parte de una gran orquesta. Desde 2012 es flautista de la Orquesta Gulbenkian de Lisboa y recuerda como uno de los días más felices de su vida cuando escucho su nombre por parte del tribunal calificador: “La mezcla de sentimientos de alegría, miedo, e incertidumbre por tener que partir a un país extranjero sin saber lo que el futuro te ha de deparar”. Al año siguiente Luis, su pareja, ganó una oposición en la Orquesta Metropolitana de Lisboa. Son conscientes de la enorme fortuna que han tenido por que hayan salido dos plazas de sus instrumentos en la misma ciudad en un periodo tan corto de tiempo; y además, que ambos hayan sido capaces de ganar sus respectivas oposiciones. El año que viene Luis Auñón comienza un periodo de prueba en la Orquesta Sinfónica Portuguesa del teatro de la Opera nacional Sao Carlos: “Lo más duro siempre es cuando toca volver a Lisboa, y hay que despedirse de la familia”.
Salvador Llín y Edurne Aizpurúa aún están mucho más lejos. Viven y trabajan en Torreón –Méjico- a más de 9.000 km de Valencia. Él, natural de Alfarp, es trompa solista de la Camerata de Cohahuila y ella maestra de flauta en la Orquesta Esperanza Azteca Coahuila -un proyecto social para niños con pocos recursos. Como tantos otros partieron por la precariedad de sus trabajos en España. Él estuvo cerca de un año en Méjico participando en grabaciones y actuando con diferentes orquestas hasta que consiguió la plaza de trompa principal en la Camerata de Cohahuila con sede en la ciudad de Torreón. Ella decidió partir con él renunciando a sus inestables trabajos como profesora en diferentes escuelas de música. Hoy se sienten felices de la situación que han conseguido crear, de su reconocimiento profesional, y del futuro que han sido capaces de forjar en unos pocos años.
Es habitual encontrarse músicos valencianos trabajando en muchas de las grandes ciudades europeas. La calidad de su formación, sobre todo en los instrumentistas de viento, hace que los músicos valencianos sean firmes candidatos a todas estas plazas en orquestas y bandas profesionales. Todos ellos coinciden en su añoranza por poder volver a Valencia pero no a cualquier precio. Han trabajado duro para obtener el reconocimiento profesional que en estos momentos disfrutan, y no están dispuestos a sacrificarlo. Son conscientes de las escasas oportunidades que ahora les ofrece nuestra tierra y de que es casi imposible poder gozar de una situación parecida en España, donde la amortización de plazas, los recortes, y la precariedad en los trabajos son una constante.
También resaltan la mentalidad con la que se realizan en Europa estos procesos de selección. Las audiciones y oposiciones se llevan a cabo con absoluta trasparencia y objetividad, algo que por desgracia no ocurre aquí en algunos de los casos. En vísperas de las elecciones, se han convocado 14 plazas para cubrir vacantes en la Orquesta de la Comunitat Valenciana. Son sólo 14 de las más de 30 plazas que han desaparecido en estos últimos años. Unas pruebas de selección que han despertado polémica entre los profesionales hasta el punto de que el trompetista Francisco Gaspar Tomás López, al que no se le ha permitido participar, ha creado en la plataforma change.org una petición para que se cancelen las pruebas de trompeta en la que se han recogido más de 800 firmas.
Retomar la inversión en cultura es fundamental para intentar recuperar parte de ese talento que tenemos repartido por toda Europa. Son los mejores profesores para nuestros hijos, y demuestran cada día que se merecen ser profetas en su tierra.